Para decir que la fotografía es considerada una obra de arte, debe tener caracter compositivo dominio técnico y propuesta estética. Pero no solo debe ser hermosa tambien debe expresar una idea, un pensamiento, una emoción, es decir. tiene que haber sido concebida bajo un concepto, ya que solo así logrará contar una historia a través del ojo de un ser humano.
Se suele pensar siempre en fotografía primero desde el objeto técnico, desde la cámara y su capacidad de capturar la realidad, pero es necesario darle la vuelta y ver que en realidad tiene que ver más con el fotógrafo y su capacidad para expresar lo que piensa en su interior. Es ahi cuando esta pieza visual comienza a tomar una percepción diferente y se convierte en evidencia artística.
Como lo menciona Oscar Colorado (2019), en su ensayo La fotografía, el arte de lo invisible, «una de las grandes trampas de la fotografía ha sido, desde su primer momento, la capacidad reproductora de lo aparente que tiene la cámara». A la fotografía le costó caro la afrenta entre la pintura y la capacidad de capturar imágenes; desde sufrir el desprecio de los artistas durante décadas, hasta ser reducida a una mera función de copiado. Pero, para quien la conoce a profundidad, es evidente que la fotografía no solo se limita a reproducir la realidad, sino que ella engloba la capacidad técnica y artistica de entender e interpretar la realidad al punto de Modificarla. de concebirla y crearla, cracias a la percepción sensible del ojo del fotógrafo. En este punto es válido mencionar las palabras de Richard Avedon «Toda fotografia es precisa, pero ninguna es verdad».
Quizá uno de los problemas más grandes que enfrenta la fotografía en general, y sobre todo la artística, es que la gente equipara a la cámara con la fotografía, mezclando los conceptos y, a la final, pensándolos como una misma cosa, lo que termina colocando a la cámara como la protagonista de la narrativa. Y en realidad, no es difícil entender que pase esto, tomando en cuenta que es una máquina seductora, hechicera y tentadora. Tan solo basta con contemplar el asombro de un niño al observar por primera vez el fenómeno óptico que produce la cámara oscura, una imagen completa y perfecta dibujada por un rayo de luz que logra colarse por un pequeño orificio.
Pero es necesario darle al fotógrafo su verdadero valor, él no es solo un hábil operador de la máquina, él es el realizador de la imagen, el creador de una realidad que escoge la escena correcta y decide dónde, cuándo y en cuánto tiempo capturar esa imagen; plasmando así su realidad y convirtiéndose en testigo único de un momento.
Yo me atrevo a definir al fotógrafo como un inventor de imágenes que dibuja con luz y que, obedeciendo a sus impulsos interiores, trata de comunicar algo específico a través de su lenguaje.
Como ya lo decía sabiamente Ansel Adams, «Las fotografías no se toman, se hacen». Y entonces, es ahí cuando la fotografía se convierte en el medio que usa el artista para crear su obra. Es ahi cuando se evidencia que la fotografia es un arte, un medio expresivo que narra la propuesta del artista y que entra por la retina de las personas para quedarse en su mente. Un discurso visual para la sociedad, una interpretación de la realidad, un documento histórico, es decir, una verdadera obra de arte.
Gabriel González
Docente de proyectos de fotografía
Instituto superior metropolitano de diseño
Quito, 2022
